El equipaje de un bebé deja en pañales al de la Piquer (por así decirlo). Mientras, yo no pierdo la esperanza y meto en la maleta un cuaderno y una pequeña pila de libros, aunque sospecho que volverán sin tocar, como siempre.Feliz año.

Sigo con las ceras, y no creo que se me pase pronto. Son el material perfecto para llevar de viaje.
Si sacas una caja de acuarelas no tienes más remedio que intentar hacer justicia a la escena qeu tienes delante. Te ves en la obligación de buscar matices, intentar dar sombras a las nubes, distinguir tonos de verde. Para cuando te has dado cuenta, ha pasado media hora, tu legítimo está un poquito harto de esperar y además el dibujo en un churro empapado y con el papel empezando a levantarse.
En cambio las ceras son tan limitadas que te obligan a simplificar, y eso es justo lo que hace falta en un dibujo de menos de un palmo. Buscas el detalle importante, lo reflejas más o menos con los cuatro colores que tienes, y a otra cosa.




